jueves, 18 de mayo de 2017

COLABORACIONES: "LA COMIDA DEL CORAZÓN DE FRIDA Y DIEGO"


Amar la vida, el Arte…y la cocina





Ríos de tinta han corrido sobre la mítica relación que unió a dos de los más grandes artistas iberoamericanos de la historia.
Este cuadro, que define bien la compleja y mágica historia que existió entre los dos, lo pintó Frida Khalo en 1944, como regalo a Diego Rivera por su 15º aniversario. 
Como se puede ver, las ramas unen las caras de la pareja, que se muestran como lados distintos de un mismo rostro, por supuesto, para recalcar esa dualidad, aparecen la luna y el sol y la concha y la vieira, dos constantes en la relación de la pareja…

Una pareja de leyenda:

A los 6 años, una niña sufre un ataque de polio, quedando con una pierna dañada. Eso no la detiene…su rebeldía la lleva a ser la jefa de un grupo de alumnos díscolos. Años después, sufre un accidente en el tranvía y se rompe la columna vertebral, varias costillas, el cuello, la pelvis y un pie.
Su vida quedará ligada a la enfermedad y hasta su muerte será operada 35 veces, pero es una chica enérgica que no se deja vencer fácilmente. En la cama, casi sin poder moverse, se dedica a pintar y con los años llegará a ser una pintora famosa y su vida se convertirá en una leyenda. Ella es Frida Kahlo.

En esos años, un artista llamado Diego Rivera recorre la vida aprendiendo pintura y conociendo a gente como Picasso o Valle Inclán. Muy joven se casa con una pintora rusa y tiene un hijo llamado Diego, pero también él pasa malos momentos y el niño muere al año de nacer. Rivera no es un hombre fiel y estando casado, mantiene relaciones con otras mujeres.
Después de sus romances europeos, Diego regresa a Méjico. En 1922 lo contratan para pintar su primer mural en la Escuela Nacional Preparatoria, justamente es la escuela donde estudia Frida. Él tiene 36 años y ella 15, y en sus inicios no pasan de unas pocas conversaciones.

Diego se casa por segunda vez, ahora, con Guadalupe Marín, con la que tiene dos hijos, pero la relación no dura mucho.
Diego se reencuentra con Frida años después y trás separarse de su anterior mujer, se casa con ella en 1929, había nacido una pareja de leyenda…







La Pasión de Diego y Frida:

Diego Rivera era viejo, feo y gordo, pero tenía una inmensa genialidad tanto para pintar como para conquistar mujeres. La madre de Frida, se oponía a la relación de la que decía era “la unión de un elefante y una paloma”, y además con 21 años de diferencia, pero no consiguió evitar la boda, que tuvo lugar en Coyoacán el 21 de agosto de1929.

La pareja tiene altibajos, Frida no puede tener hijos y Diego siempre ha sido un hombre de andar detrás de las mujeres, así que tiene otros amores, incluida la hermana de Frida. Frida lo sabe y algunas veces se enfada, y otras, es tan infiel como él, teniendo relaciones con otros hombres y mujeres.

Aún así el matrimonio, fue exitoso en el arte y en otros asuntos más íntimos, ambos eran comunistas y l
a pareja se distinguía por la igualdad, basada en admiración mutua. Tenían una relación moderna, ambos cuestionaban la moral y las “buenas costumbres” en el sexo, con más escándalo aún en el caso de Frida, por su condición femenina y su bisexualidad. Ambos sabían de sus respectivas infidelidades y las aceptaban.
La pareja se divorciaría en enero de 1940 y el 8 de diciembre de ese mismo año (día del cumpleaños de Diego), volverían a casarse.
Frida es un símbolo de mujer fuerte y libre que a pesar de su enfermedad, su esterilidad y su divorcio, se convirtió en una gran artista y siempre dijo de Diego que "fue el amor de su vida". 
En cuanto a Diego, a punto de morir dijo, “me he dado cuenta que lo más maravilloso que me ha pasado en mi vida ha sido mi amor por Frida”.


Dos desnudos en un bosque; Frida Khalo



La Gastronomía Mexicana con sus mejores embajadores:

A Frida le encantaba la comida mejicana, disfrutaba en el mercado, comprando frutas para los platos que incluía en sus menús, y siempre tenía motivos para hacer una fiesta con familia o amigos en su preciosa casa, “La Casa Azul” de Coyoacán, aunque ella en realidad ¡no cocinaba!.


Las fiestas de Frida y Diego: Recuerdos y Recetas” es un libro de Guadalupe Rivera, hija de Diego. El libro no sólo enseña cosas de la vida de la pareja, sino que muestra platillos que crearon para ocasiones especiales recopilando anécdotas, recetas y fotos que dejan ver la esencia que les rodeaba.
Guadalupe afirma que en la Casa Azul, solo se les servía platillos mexicanos; los moles, el pipían, el arroz, los chiles en vinagre para acompañar y todo tipo de tacos pues según Guadalupe: “en la Casa Azul nunca faltaban tortillas”.

Como podemos imaginar, Diego y Frida propiciaron el arte, cultura y tradición indígena a través de sus pinturas, su vestimenta, modo de vida y de pensamiento; pero también, a través de una esencial colección culinaria de platillos mexicanos que se permitieron mostrar al mundo.


Viva la vida, sandías. Frida Khalo


Frida, pintó el cuadro en 1952, pero 8 días antes de su 

muerte escribió sobre la pintura: “Viva la Vida – Coyoacán 1954 – México”era su despedida.


Retrato de Natasha Zokólkowa Gelman, 1943; Diego Rivera.



JOHNY JOHNY JAKE


COCHINITA PIBIL



Para acompañar esta apasionante entrada, he pensado en aportar la ficha de un platillo mejicano, a lo mejor no tan conocido en España como otras preparaciones más al estilo texmex.
No me extenderé mucho y en una próxima entrada la podréis ver una versión personalizada con mayor detenimiento y con su paso a paso.
No quisiera robarle protagonismo a Johny, que hoy es mi invitado..







INGREDIENTES:

Para la carne

1 kg de cabecero de lomo de cerdo
1 cebolla
180 g de pasta de achiote 
9 c/s de zumo de naranja ácida
3 c/s de vinagre de vino blanco
2 pizcas de orégano
2 pizcas de comino en polvo
60 gr de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Hojas de plátano para envolver 

Para la cebolla marinada

2 cebollas moradas
2 chiles habaneros 
1 c/ sopera de zumo de lima 
Sal

Para acompañar

Tortitas de trigo 


ELABORACIÓN:

Mezclamos en un bol el zumo de naranja, el vinagre, el achiote, el comino, el orégano y el aceite. Trituramos con una batidora.
Cortamos la cebolla en juliana y la reservamos.
Cogemos el lomo de cerdo y lo salpimentamos. le hacemos unas pequeñas incisiones con un cuchillo para que absorba mejor el adobo.
Volcamos encima la mezcla anterior y la cebolla en juliana. Tapamos con film y lo tenemos marinando en la nevera 12 horas.

Pasado el tiempo de marinado, ponemos las hojas de plátano en una fuente de horno. Disponemos encima la carne volcando encima los jugos y cebolla de la marinada. Tapamos con otra hoja de plátano.
Introducimos en el horno precalentado a 200ºC y lo tenemos cocinando 1 hora y media.

Mientras se asa el lomo, preparamos la cebolla morada marinada: 

Cortamos las cebollas en brunoise y los chiles despepitados en aros finos. Añadimos el zumo de lima y salpimentamos. Reservamos.
Pasado el tiempo de horneado, sacamos el lomo del horno y lo dejamos reposar tapado media hora. Una vez reposado, abrimos el papillote con cuidado de no quemarnos. Cortamos primero la carne en rodajas y después vamos deshilachándola con ayuda de un tenedor y un cuchillo.
La pasamos a una fuente y mezclamos con la salsa y la cebolla del asado.

Servimos acompañado de la cebolla marinada en limón y unas tortitas de trigo que pasaremos por la plancha.




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