viernes, 2 de febrero de 2018

CÓMO SE HACE: CALDO DE POLLO


Es cierto que a diferencia de los caldos de pescado (francamente no encuentro ninguno comercializado que acabe de satisfacerme), sí que hay en el mercado una amplia oferta de caldos de pollo bastante aceptables.

No obstante si tenemos tiempo y ganas y optamos por hacerlo nosotros mismos, notaremos la diferencia y además estaremos seguros de qué es lo que estamos tomando: un caldo natural sin aditivos y francamente más sabroso y saludable.

Hacerlo es muy sencillo y se puede congelar sin problema, por lo que siempre lo podrás tener a mano para cualquier elaboración.
INGREDIENTES:


  • 1 Puerro con la parte verde
  • 1 zanahoria
  • Unas carcasas de pollo
  • 1 cuarto de gallina
  • Agua


ELABORACIÓN:

Este paso no es obligatorio, pero si queremos sacar la máxima sustancia a las carcasas de pollo lo ideal es tostarlas para que se desarrollen más los sabores.

Para ello las colocaremos en una fuente y las meteremos a asar en el horno a 180º una media hora o hasta que estén tostadas.



Mientras tenemos las carcasas en el horno vamos a ir rehogando las verduras (zanahoria y puerro con la parte verde incluida) que previamente habremos lavado y picado a groso modo.




Cuando las carcasas estén ya tostadas las añadimos a la verdura que tenemos pochando.


















Incorporamos también el jugo que han soltado y la gallina.











Cubrimos con agua.

Y dejamos cocer a fuego moderado, desespumando de vez en cuando para retirar las impurezas que ascienden a la superficie.

El tiempo de cocción (a diferencia de los caldos de pescado que no deben cocer más que media hora) será el que queramos, pero como mínimo una hora. Cuanto más tiempo más concentración de sabor.


Cuando el caldo esté a nuestro gusto, lo retiramos del fuego y lo colamos.



Y ya solo falta desgrasarlo.
La manera que más me gusta para hacerlo es dejándolo en la nevera hasta el día siguiente.
Observareis que pasado ese tiempo, se habrá formado una capa blanquecina sólida, esa es toda la grasa que no nos conviene y que debemos desechar.


Con la ayuda de una espátula vamos retirándola con cuidado.

Y ya tenemos listo nuestro caldo limpio



¡Espero que os haya gustado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario