domingo, 8 de abril de 2018

CREME BRULÉE






“Tú eres créme brulée, sofisticada, elegante, irritantemente perfecta. ¡Jamás podrías ser mísera gelatina!" Pero además, ¿para qué pretender algo así?
(La “Boda de mi mejor amigo” 1997)  

Yo no lo expresaría mejor, pero ahora hablemos desde el punto de vista culinario: la créme bruleé (o crema quemada en español), es una crema hecha con nata, azúcar, yemas y vainilla cuya superficie se espolvorea con más azúcar para después quemarla y obtener una fina y crujiente costra de caramelo. Constituye un inigualable placer el romper con la cuchara esa superficie crocante y encontrar debajo la crema suave, tibia arriba y fría cuanto más abajo…el final perfecto de cualquier comida...

La créme brulée es muy simple de hacer pero hay que seguir los pasos, muchas veces no se respeta la técnica de este clásico y nos encontramos con verdaderos desastres: la pasada de cocción, la que está muy líquida, a la que le pusieron una capa de azúcar demasiado gruesa y no se terminó de caramelizar o la que llega a la mesa con el caramelo hecho hace horas habiendo perdido el crujiente... 

Para triunfar con este plato os voy a explicar cómo hacerla a la perfección y con muy poco esfuerzo.

Vamos con la receta.

INGREDIENTES: ( 7 personas)

  • 7 yemas
  • 7 cucharadas soperas de azúcar
  • 250 ml de leche
  • 500 ml de nata
  • 1 vaina de vainilla o ½ cucharada de extracto de vainilla
Para la cobertura de azúcar crujiente:
  • 7 cucharas soperas de azúcar(1 por recipiente)


ELABORACIÓN:

Ponemos en un cazo a calentar la leche, la nata y la rama de vainilla abierta, hasta que rompa el hervor.

Apenas rompe hervor apagamos el fuego y dejamos 15 minutos en reposo para que la leche tome el sabor de la vainilla.
*Lo ideal es utilizar vainilla en rama, abrirla y extraer todas las semillas para infusionar con la leche, pero como se me había acabado utilicé extracto de vainilla...



Mientras reposa ponemos en un bowl el azúcar y las yemas. Mezclamos sin llegar a batir, sólo lo suficiente para unir las yemas y el azúcar.
Pasados los 15 minutos colamos la infusión nata/leche y la volcamos sobre las yemas, lentamente y siempre revolviendo, para evitar que el calor las cocine.




Repartimos la mezcla en moldes la y cocinamos al baño María en el horno precalentado a 120ºC.
*El agua del baño María debe llegar a mitad de los moldes y debe estar caliente desde el principio, pero no debe hervir en ningún momento. 




El tiempo de cocción es relativo ya que depende de cada horno, pero suele llevar unos 50 o 55 min. Se conoce el punto de cocción cuando los bordes están firmes y el centro algo blando o húmedo o cuando deja de temblar la preparación.  
Retiramos los recipientes del horno y los dejamos enfriar 2 horas mínimo o mejor de un día para otro.

30 min antes de que vayamos a servir el postre, sacamos la creme bruleé  de la nevera, esparcimos homogéneamente sobre cada molde una cucharada de azúcar y lo quemamos con un soplete o quemador. Servimos inmediatamente.


El resultado será una capa dulce y crujiente y debajo de ésta una crema suave y delicada. ¡Deliciosa y muy sencilla de hacer!


¡Espero que os haya gustado!

*Anexo. Una cuestión interesante que comentar es que creme bruleé y crema catalana no son lo mismo,aunque haya gente que las confunda. La principal diferencia entre ambas es que la base de la crema catalana es leche, yemas y almidón de maíz y su cocción es al fuego como la crema pastelera y la en la crème brûlée, la base es nata y yemas (sin presencia de espesantes como el almidón) y se cocina al baño maría en el horno, adquiriendo su consistencia simplemente por la acción de la temperatura y resultando una textura mucho más delicada que en la crema catalana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario